Cuento: Un largo paseo.
Un largo paseo
Body, un perro Golden de bastantes años, fue rescatado de las calles cuando era cachorro. Conservaba un buen estado de salud, aunque ya no tenía la misma vitalidad al jugar con la pelota.
Tenía días despertando angustiado, sin ganas de comer croquetas, ni de inspeccionar si alguien había dejado algo delicioso en la mesa o si quedaban restos de galletas bajo el sillón. Sintió una necesidad de alejarse, de la casa, del jardín, de sus compañeros humanos y felinos, tal vez eso lograría saciar su angustia, percibía que la vida se le iba y tenía miedo de ello. Recordó a su principal cuidadora humana ir al hospital y no regresar, recordó como su aroma, fue desapareciendo lentamente de cada rincón.
Temía por su propia muerte y por la de sus amigos. Le afligía el sentimiento
de que no aprovecho su vida al máximo. La angustia de ir contra el
tiempo, por querer realizar al menos una cosa significativa. Se alejaba, por
si fallaba en el intento, sus seres queridos y no tan queridos, no lo notarían y
sentiría menos pena por sí mismo.
Se encontraba en un punto donde no reconocía nada, eso le asusto, con
su cola y orejas caídas, se quedó un momento analizando que camino
seguir, escucho un sonido extraño, algo que raspaba contra un cartón por
un momento se hizo más fuerte, se giró violentamente y ahí estaba,
afilando sus uñas, un gato blanco y peludo, con mirada intensa y una nariz
rosada que le daba un toque amigable…
- Parece que te encuentras perdido, dijo el gato acercándose, moviendo su gran cola esponjada.
- No estoy perdido, solo salí a dar un paseo, dijo Body con tono cortante.
- Bueno, no me refería a ese tipo de perdido, te he observado desde hace un par de calles, me impresiono que no intentaras ladrarme, pareces un perro amigable, pero noté tristeza en tus ojos y sí… también en tu cola ¿te sucedió algo?
Body saco un largo suspiro, dudo si solo dar una respuesta monosilábica y abrirse paso, pero en ese momento se activó un modo automático y empezó a contarle que ya hace mucho no disfrutaba de las cosas que realizaba, los paseos, la pelota, ni cuando lo cepillaban por horas para quitar el exceso de pelo, sabía que había personas que lo querían mucho y cuidaban de él, pero no era una satisfacción lo suficientemente grande para opacar la gran sombra que lo hostigaba de que no valía la pena, que nunca había salido en la tv por ser un perro famoso y sabía bien, que las fotos que subían de él en Instagram, no eran un trending topic. Le habló sobre las pérdidas que había sufrido, y del miedo que le generaba el perderse a sí mismo.
El gato blanco escucho pacientemente, le pidió que caminaran y que
disfrutarán del bello día, Body sin contemplarlo avanzo.
- Parece que la perdida de tu principal dueña, y el miedo de perder a los demás te genera mucha angustia, no he tenido tanta suerte de experimentar tal cosa.
- ¿Suerte? Exclamó Body.
- Si suerte, pudiste experimentar el amor, recibirlo y también entregarlo, las pérdidas son lamentables, pero no hay nada que pueda mantenerse constante por siempre, en algún momento llegará su fin, de aquí también proviene la belleza de vivir. Mira aquellas flores, su crecimiento es un proceso fascinante, pronto caerán sus hojitas, pero nutrirán la tierra para que florezcan otras (Body aprovecho para olfatearlas) … al querer negarte a apreciar lo que te rodea, de convivir con tu familia por el miedo de que pasara cuando ya no se encuentren entre nosotros, no te permites disfrutar las maravillas de la vida.
El gato blanco prosiguió.
- ¿Recuerdas cuando eras un cachorro? Sin pedirlo, de pronto estabas en este mundo, ¿sabes que tan improbable fue que eso ocurriera? ¿Sabes también, que tan improbable fue que esas personas te adoptarán?
- Bueno, no me había detenido a pensar en eso, ya que por un momento todo se veía sin sentido, parecía que la mejor opción era escapar.
- Imagina que tu vida es como una serie de videos e imágenes, donde tú eres el único espectador, hay momentos bellísimos, recuerdos graciosos, llanto, aprendizaje. Cuando mueras, nadie tendrá acceso a ver lo que había en esa película, nadie más pudo admirarlo más que tú. Pero, ese será tu mayor tesoro al partir… a la vez, puede dejarte mucha satisfacción, que también serás parte de aquellas películas de tus seres queridos, el coincidir será sumamente hermoso.
Body se quedó pensativo, estaba a punto de decir algo cuando el gato lo
interrumpió
- Body la vida trata de tomar decisiones, no dejamos de tomarlas a cada minuto, hay muchas opciones, a veces tomamos las menos acertadas. Puedes sacar algo positivo de esa angustia, escucharla, conocerte, realizar o no realizar cambios, estamos condenados a esto, pero se trata de asumir las consecuencias dignamente, lo digo porque según mi olfato estamos cerca de tu casa.
- Si tu no hubieras aparecido en mi camino, posiblemente hubiera seguido caminando sin rumbo, me quede pensando en la improbabilidad de que nos encontramos, en que hubiera pasado si hubiera tomado un camino distinto… Al oír tus palabras me doy cuenta en que no deseo huir, deseo regresar a casa.
Fue en ese momento en que Body corrió hacia su casa, con una sensación distinta, se frenó de golpe para invitar al gato blanco, pero cuando volteo ya no estaba. Body sintió nostalgia al no despedirse, pero agradeció profundamente en su corazón, esa oportunidad de haberlo conocido y le deseo un buen viaje. Entro con una actitud diferente, ya que así lo había decidido, dejo que su familia lo abrazará, la cual estaba muy preocupado por él.
Les dejo una foto de Body tomada por mí en abril de 2019.
Ariana Tabares.
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